Del papel a la realidad: A Fin de Cuentos

29 de marzo de 2017

Cuando puse el punto final al trabajo fin de postgrado, me sentí aliviada. Muy aliviada. Habían sido muchas semanas concentrada en su elaboración. No se me ocurrió pensar que ese esfuerzo no había sido más que un simple aperitivo del que se me venía encima. Porque me había matriculado en el Postgrado de Edición y Marketing Digital de la UOC (curso 2014-2015) con la intención de poner en marcha una editorial de Literatura Infantil y Juvenil, especializada en libros informativos. Así que mi TFP trató sobre ello. Desarrollaba el plan y el proyecto editorial, especificando los tres primeros títulos y finalizaba con el análisis de mercado y las correspondientes estrategias de promoción y venta. Hoy puedo decir, feliz y orgullosa, que aquellas treinta hojas de papel se han convertido en una realidad casi coma a coma.

El primer libro de A Fin de Cuentos, que es como se llama la editorial, ha comenzado a venderse en librerías el pasado 13 de marzo. La recepción de Aventuras y desventuras de los alimentos que cambiaron el mundo está siendo muy buena: “Editado con mucho gusto y elegancia, la propuesta es un continuo espectáculo visual, muy entretenido e interesante para cualquier sector de edad» (…), dice, entre otras cosas, la reseña aparecida en Canal Lector. Pero su difusión avanza lentamente. Y es que tratar de introducirse en el mercado con un nuevo sello, un nuevo libro y unas autoras casi desconocidas es casi una heroicidad. O como mínimo, un gran atrevimiento.

Primer escollo: la escritura del libro. Comencé a redactar Aventuras y desventuras de los alimentos que cambiaron el mundo en septiembre de 2015. Yo soy periodista y supuse que la tarea no sería muy complicada. Sabía exactamente lo que quería contar en el libro y me dije que sería más fácil hacerlo yo misma que buscar otra persona y tener que explicárselo. Tardé en tenerlo listo unos cinco meses. Pero, tras enseñárselo a Ana Garralón, gran especialista en libros informativos para niños, comencé a reescribirlo en su totalidad. Es cierto que el trabajo previo me sirvió como base, pero todas las páginas, una a una, fueron escritas de nuevo y todos los datos, otra vez, febrilmente comprobados.

Segundo, tercer, cuarto… escollo: mientras escribía el libro por segunda vez, comenzó el carrusel de decisiones que se necesitan tomar para poner en pie un proyecto de estas características. Todas en apariencia sencillas, pero exigentemente decisivas: desde la elección del logo, a la del diseño del libro (y por tanto, del formato y número de páginas), de las ilustraciones, de la imprenta (y de las calidades del papel y la cubierta, color de las guardas…), del número de ejemplares (¿cuántos?¡Cómo saberlo!), del tipo de contratos, del distribuidor (¿alguien me querrá?), del diseño de la web (rediseñada posteriormente en su totalidad para buscar posicionamiento SEO), de la estrategia de marketing y promoción. La duda ha sido mi compañera más fiel a lo largo de estos casi dos años. Así que no he tenido empacho en disparar preguntas en todas las direcciones a aquellos que pensaba que podían ayudarme.

Por eso, siento un agradecimiento profundo hacia todas las personas que han hecho posible que A Fin de Cuentos sea, hoy, una empresa (diminuta, pero en marcha).  Primero, a todos los profesores del Máster de Edición Digital de la UOC, en particular a su directora, Teresa Iribarren. Segundo, a Bilbao Ekintza, organismo del ayuntamiento de Bilbao que ayuda y apoya los emprendedores. Y tercero, a todas las profesionales que han trabajado directamente en el proyecto: Mónica Andino, hondureña y diseñadora del logo; Paula Mastrangelo, argentina y diseñadora del libro; Flavia Zorrilla, mexicana y autora de las preciosísimas ilustraciones; Aina S. Erice, mallorquina, autora del prólogo y revisora del contenido; Inese Bartule, letona, responsable de la impresión… Un equipo internacional formado gracias a Internet.

Por último (“but not least”) me falta añadir a mi compañera Sara Garnica, a la que conocí en la UOC y que, desde Barcelona colabora con la editorial. Le cedo la palabra.

Por Teresa Benéitez

Por mi parte, quiero agradecer a Teresa su confianza en mí para echarle una mano en las tareas de promoción en que colaboro con ella puntualmente. Yo trabajo en Herder Editorial, donde hice mis prácticas, pero me resulta interesante poder ver de primera mano el nacimiento de esta nueva editorial y lo que supone crear un negocio como este. Pienso que la literatura infantil es un género con muchas posibilidades en era digital en la que vivimos, y estoy segura de que A Fin de Cuentos tiene mucho que ofrecer tanto a grandes como a pequeños.

Por Sara Garnica

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Autores / Autoras
Graduada del Máster de Edición Digital
Graduada del Postgrado en Gestión y Marketing Editorial