En el marco de la asignatura de Promoción, y fruto del debate en el aula con Marià Marín i Torné, Secretario técnico del Gremio de Llibreros de Cataluña, os presentamos las reflexiones de Teresa Benéitez, alumna del máster de Edición Digital de la UOC.
Un buen día, los libreros se despertaron y se encontraron que estaban en el siglo XXI. Y se dieron cuenta de que, incluso un sector tan conservador como el suyo, estaba obligado a cambiar. La que había sido la estrategia comercial dominante durante años y años, aguardar dentro de las librerías a que el cliente entrara, ya no funcionaba. En el siglo XXI de lo que se trata es de ir tras el comprador y animarlo a entrar. Internet ha cambiado el escenario de juego de arriba a abajo. La extensión generalizada del acceso a la red no solo ha supuesto que el libro haya dejado de ser el canal prioritario de transmisión del conocimiento, sino que también ha alterado por completo los hábitos de consumo y de acceso al consumo. Además, los estudios de hábitos culturales muestran que, como sociedad, hemos perdido el valor que otorgábamos a la cultura o, lo que es lo mismo, el libro ya no goza del prestigio que gozaba en el pasado. El libro compite ahora con una oferta de ocio cada día más amplia y atractiva. Y para complicarlo todo aún más, una profunda crisis económica, que arrancó en 2008 y cuyos efectos se prolongan todavía, ha hecho descender la facturación de las librerías. “Viene la misma gente pero su poder adquisitivo ha bajado”, comenta Marià Marín, Secretario técnico del Gremio de Libreros de Catalunya.