Algunas reflexiones sobre la traducción de literatura infantil

1 de octubre de 2020

por Lara Estany

En el campo de la traducción existen varias especializaciones, entre las cuales destaca la literaria, por tratarse, tradicionalmente, de una parcela de enorme actividad traductora. En cuanto a la literatura infantil, es habitual creer que la tarea del traductor es más fácil y sencilla porque los relatos para niños tienen un nivel de vocabulario y gramática sencillo, que no comporta una gran complejidad. Pero, en realidad, requiere unas habilidades específicas que son tan importantes como las que se exigen en la traducción de literatura para adultos, la traducción jurídica o la traducción audiovisual.

La tarea de traducir e interpretar una obra literaria requiere siempre una atención especial y un buen conocimiento, no solo de la lengua propia y de la original de la obra, sino también de los referentes sociales y culturales. Cuando dicha tarea, además, se lleva a cabo en literatura destinada a niños, la responsabilidad del traductor es mayor, ya que, en algunos casos, puede pasar que esta traducción sea el primer contacto del lector con la cultura de origen. Cabe recordar que una función importante de la traducción, en el caso de la literatura, es conseguir transmitir la intención del autor, tanto a nivel semántico como a nivel textual y paratextual: mantener el ritmo, si es posible, de su prosa, la dinámica y el tono.

Cuando recibe un encargo, un traductor debe de tener claro a qué tipo de tarea se enfrenta: el tipo de texto, el público a quien va dirigido y las herramientas de que dispone. Como en todos los casos, es esencial que se identifique con el lector y su entorno, que generalmente es el propio, y que determine hasta qué punto conoce la cultura de origen. Aun así, el reto del traductor en el ámbito de la literatura infantil y juvenil no se limita a trasladar un texto de una lengua a otra y a analizar el contexto, sino que es importante prestar atención a la elección del lenguaje. Partimos de la premisa de que debe ser lo más comprensible posible, intentando, a su vez, mantener un estilo ágil para que el niño no se aburra y deje de leer. Evidentemente, la comunicación entre el traductor y el cliente (y, si es posible, el autor) es fundamental para resolver cuestiones relacionadas con el uso de un léxico concreto o la traducción de un nombre propio, por ejemplo, lo cual es muy frecuente en los libros infantiles.

Cabe tener en cuenta, también, que no es lo mismo traducir una novela infantil o juvenil, que un cuento ilustrado o una antología. En función del tipo de texto, debe seleccionarse una técnica de traducción u otra. Así, en un relato el traductor puede optar por una estrategia más extranjerizante que, por ejemplo, en un cuento en verso. Sirve de muestra el libro La simfonia dels animals, de Dan Brown, que ha aparecido recientemente en la colección Baobab, de Planeta, y que, mediante un conjunto de fábulas, pretende transmitir mensajes instructivos a los niños.

Dado que el objetivo de la traducción, en este caso, consiste en mantener el mensaje y, al mismo tiempo, la forma, es decir, la rima, la traducción ha tenido que ser adaptadora. En la siguiente tabla pueden observarse algunos ejemplos de la traducción al catalán:

Wondrous Whale 

The biggest creature of them all

Isn’t hairy, mean, or tall.

He’s sleek and kind and soft and blue,

Long and smooth and gentle too.

A hundred feet from mouth to tail,

Yes, you guessed—a big blue whale.

A whale can do a wondrous thing

Underwater—he can sing! […]

La balena prodigiosa 

És la criatura més gran de totes. 

No és peluda, ni petita ni té potes. 

És llisa i sedosa, dolça i suau,

llarga, esvelta i de color blau.

Fa més de vint metres de la cua al cap,

és la gran balena blava, tothom ho sap! 

Aquesta balena pot fer una cosa al·lucinant

sota l’aigua… pot emetre un cant! […]

Spider on a Web 

In the woods you stop and shriek.

There’s something sticky on your cheek.

A spider’s web you almost broke,

Blech! Oh, yuck! You gasp and choke.

But as you start to run away,

There’s something there that makes you stay.

Diamonds somehow caught in -light,

Hanging in the bright moonlight.

A shining net of silver-gray.

Who thought you’d see a web that way?

A masterpiece some spider spun—

Now aren’t you glad you didn’t run?

L’aranya sobre la teranyina 

Caminant pel bosc, tot d’una et sobresaltes.

Una cosa enganxosa t’ha tocat les galtes.

Per poc no t’empasses una teranyina,

Quin fàstic!, murmures, amb veu de gallina.

Però quan et disposes a fugir corrents,

Quelcom et frena, i de cop et detens.

Semblen diamants dins la nit bruna

Que pengen, brillant, sota la llum de la lluna.

Com una xarxa lluent d’un color gris platejat.

Qui t’havia de dir que veuries res tan delicat?

Una obra mestra que una aranya ha teixit…

No te n’alegres, de no haver fugit?

Otra de las dificultades hace referencia a la traducción de los referentes culturales. Es habitual que en algunos textos novelas, sobre todo el autor haga alusión a ciertos aspectos propios de su cultura (o de la cultura sobre la que escribe), que el lector «objetivo» difícilmente puede identificar y que, por tanto, dificultan su comprensión. La finalidad del traductor es transmitir a dicho lector la misma sensación que produce el texto original al de la cultura de origen. Así, durante el proceso debe tomar decisiones guiadas hacia una traducción más extranjerizante o hacia otra más adaptadora, según la necesidad.

Hallamos un ejemplo en la traducción del tercer volumen de Contes de bona nit per a nenes rebels, de Elena Favilli, publicado por Estrella Polar, también de Planeta. Al tratarse de una compilación de biografías de mujeres «que han cambiado el mundo», a menudo aparecen nombres y acrónimos de instituciones, eventos deportivos o galardones, que aquí son generalmente desconocidos. A lo largo de la obra, Favilli menciona un premio otorgado a la escritora Min Jin Lee, el National Book Award, que en la versión catalana se ha mantenido en inglés y que, complementariamente, ha sido descrito como «uno de los premios literarios más prestigiosos en lengua inglesa». Por otra parte, relata que la microbióloga Roseli Ocampo-Friedmann, experta en el estudio de las algas verdeazules, «have a “blue-green” thumb», que es un juego de palabras que proviene de la locución «to have a green thumb» y que significa «tener mano para la jardinería». Dado que la expresión no se puede traducir literalmente, se ha optado por mantener el juego con el equivalente «tener mano para las algas».

En resumen, la traducción de obras destinadas a un público infantil y juvenil se considera a menudo una actividad secundaria, o periférica, aunque es una de las más substanciales del sector editorial. Y es que, en realidad, es un reto de una magnitud similar al de la traducción de literatura para adultos.

 

 

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Autor / Autora
Lara Estany Freire es traductora literaria. Graduada en Traducción e Interpretación (mención editorial) y máster en Traducción y Estudios Interculturales por la Universidad Autónoma de Barcelona, es doctora en Traducción y Estudios Interculturales por la misma universidad con la tesis «La censura franquista i la traducciónde narrativa en català als anys seixanta del segle XX ».