Aprender el oficio de editora en Rayo Verde desde Casablanca

10 de abril de 2018

Cuando los estudiantes de un máster de edición hacen prácticas en un departamento editorial, lo más común es que se realicen en modo presencial. En mi caso, dado que vivo en Casablanca, las hice en modo virtual con la barcelonesa Raig Verd / Rayo Verde Editorial. A pesar de no poder desplazarme a la oficina a diario, Laura Huerga, fundadora y editora de la empresa, tuvo la valentía de darme la oportunidad de unirme a su equipo por unos meses, sabiendo que realizar las prácticas remotamente supondría un reto para las dos. El proyecto de colaboración no fue solo viable; fue, además, verdaderamente positivo.

Mi experiencia de aprendizaje con las colegas de Barcelona solo fue posible porque Raig Verd / Rayo Verde  es una editorial que adopta las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Así, virtualmente, he podido realizar mis tareas con comodidad (como corregir a dos manos la traducción de The Dispossessed al catalán de Ursula K. Le Guin) y, aunque parezca paradójico, desde Marruecos también he sido partícipe del ritmo trepidante de la editorial.

Más allá de las labores diarias de una editorial que yo podía desarrollar como aprendiz en línea, he tenido la ocasión de observar un elemento que cada vez más se está integrando en las agendas de las editoriales: el rol como curadoras y dinamizadoras culturales. Así como organizar presentaciones de libros en librerías o en la radio, Laura Huerga además asistía a ferias del libro, participaba en ponencias o colaboraba con entidades para ofrecer contenidos culturales. Pude ver de primera mano que la editorial, más allá de cuidar su catálogo con títulos selectos, también promociona la cultura. Realizando las prácticas, entendí que hoy es esencial que las editoriales no se limiten a publicar libros, y que se abran camino en la gestión cultural como otra forma de promocionar sus autores y catálogos.

 

 

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